Argentina recordó entre el deporte, la marcha y el dolor

El 24 de Marzo de 1976 macó un antes y un después. Vida. Muerte. El país cayó en manos que lo silenciaron. Privaron. Engañaron. Tras cumplirse 42 años, en todos los sectores, la memoria se hizo sentir. El deporte, no quedó exento.

La marcha y el deporte unidos. Realidades. Censuras.

 "Todo está clavado en la memoria, espina de la vida y de la historia". Este fragmento del cantautor León Gieco encierra pasado. Pero también presente. Al cumplirse 42 años del Golpe Cívico y Militar, hace eco en una era de plomo. Tortura. Secuestro y destrucción. Tiempos oscuros que silenciaron voces. Que obligaron a no pensar. Que dejó 30.000 almas sin un regreso a casa. Época que no se arrebató del recuerdo argentino.

En las escuelitas no se jugaba al fútbol, su fin era otro. Y así centenares de lugares con objetivos oscuros. Manchados de sangre y desolación. Aulas vacías. Hogares sin padres. Encuentros sin amigos. Madres sin hijos. Vidas sin identidad. Sueños truncados. Historias robadas. Ingenios y ferrocarriles huérfanos de obreros, trabajadores y jornaleros. Cada ámbito de la sociedad se paralizó. El deporte tampoco se salvó. El destino le pasó factura. Canchas vacías. Carreras paradas. Botines, medias y camisetas que nunca se volvieron a usar. 

El día Nacional de la Memoria por Libertad y la Justicia se vive con similitudes que golpean. Hace 42 años, un día como hoy, la selección de fútbol argentina, se enfrentó a Polonia y la derrotó 2 a 1. Regaló alegría al pueblo mientras se dio a conocer el nuevo régimen. El pasado 23 de Marzo, el equipo albiceleste, también brindó un momento de felicidad. Venció 2 a 0 a Italia en las vísperas del Mundial Rusia 2018. Y a un día del aniversario de la dictadura.  El entretenimiento más popular de la historia pareciera crear una venda que todo lo tapa. Una dimensión que aleja del dolor, la crudeza y la preocupación. En una realidad con fábricas que cierran. Trabajadores despedidos. Y crímenes sin respuesta. El gol todo lo puede. No sería casual que las reformas laborales se traten en el mes de Junio. En plena festividad del balón que involucra a países de todo el planisferio. En 1978 un sector vivió el triunfo, otro quedó sin opción. Sin futuro. 

Las hinchadas, emblemas en la historia deportiva, fueron en el Proceso de Reorganización, privadas. Sin embargo, buscaron el modo de revelarse contra el facto.Hoy, parecieron nuevamente necesitarlo. Versiones aseguran que el fútbol es manejado por el Estado. Arreglos. Acuerdos. La gente, por ende, no se calla. Expresa con cánticos. Carteles. Marca presencia en las redes. Convirtiéndose en una nueva mira para la represión y la multa.

El reciente pedido del jugador de los Murciélagos, Lucas Rodríguez, causó conmoción. Fue sancionado por solicitar ayuda a la presidencia. Fuentes revelan que desde la Nación se alertó a la Federación Argentina para Ciegos a un rápido accionar. El vídeo no debía salir a la luz. Un alto precio y sin precedente.

"El deporte está en nuestra constitución y nuestros gobiernos deben garantizarlo para niños, adolescentes, adultos, discapacitados. Se debe procurar que sea para todos". Carlos "chapa" Retegui.


Pasaron 42 años del terror. El presente se viste con similitudes que aterran. Sin embargo el pueblo se rehúsa al silencio. No dejará de gritar.  Los deportistas no detendrán su juego. Los medios la publicación. Las hinchadas el aliento. No otra vez. 

"Mirá que sigue la lucha,

y sigue el pueblo despierto,

no te suplico, te advierto,

no me pongas la capucha".  Mario Benedetti

Entre similitudes, rumores y realidades.