jueves, 30 de noviembre de 2017

En Villa Urquiza se juega al rugby

Con el deporte como estandarte se lleva a cabo en el penal el programa UPAL: Un pase a la libertad. Los objetivos son claros. La reinserción social y la oportunidad.

Los internos de Villa Urquiza en pleno partido de rugby. Foto: Lihue Rojas


En el penal de Villa Urquiza no todo está perdido. Pese a los hechos de violencia que conmocionan las agendas de noticias día tras día, un grupo de soñadores y amantes del rugby apuestan al cambio. A la oportunidad. A la "palmada" de amor.

Patricio Perondi, René Sueldo, Hugo Daniel Gaudioso y Mariano del Corro son los protagonistas de un proyecto que busca la reinserción en la sociedad y la adopción de buenos hábitos a través de los valores del deporte.


Patricio Perondi, René Sueldo y Mariano del Corro en la plaza de Villa Urquiza .

UPAL: Un pase a la libertad, está en carrera hace un año y medio y participan de él un grupo de 35 internos, jóvenes y adultos de las unidades 1, 2, 5 y 9. 

Como todo comienzo no fue nada fácil pero los entrenadores sostienen que hoy se evidencian grandes cambios gracias al ejercicio continuo pero por sobre todo al cariño. Así lo expresó René Sueldo: "El 95% de las personas que están acá tienen mucha tristeza. Están en un pabellón 24 horas de las cuales 20 conviven en una habitación de 2x2 con un montón de presos. No se puede sacar nada bueno de un lugar en el que no tienen nada. La gente desconoce esto porque no viene. Lo que se vive es tremendo. Para los que están privados de su libertad esta no es su segunda oportunidad, es la primera. Porque nunca tuvieron una. Vivieron desde niños en el Sifón o la Bombilla y lo único que sabían hacer es robar. Nosotros nos dimos cuenta que con una palmadita de amor ellos reaccionan diferente. El rugby les transmite valores que el fútbol por estar tan contaminado no podría". 

Los internos luego del partido compartiendo las sensaciones de lo vivido.

El preparador físico, Mariano del Corro reveló que la instancia de entrenamiento es ardua y muy intensa pero que hoy es el motor para el cuidado del cuerpo de cada interno. Es su arma. Su herramienta de lucha para subsistir en el penal: " Al principio ninguno quería saber nada con hacer deporte. No les gustaba. Se cansaban y vomitaban porque no estaban acostumbrados. Ellos solo sabían tomar o drogarse. Ahora se cuidan, saben que si no hacen las cosas bien no soportan la actividad ni el partido. En la cancha se ríen, respiran, la pasan bien. Hasta los hábitos de higiene se han corregido. No dicen malas palabras y se respetan. El juego es limpio". 

Hugo Daniel Gaudioso también realizó un análisis de lo que se vive dentro de Villa Urquiza: " La gente no se da una idea de lo que es la cárcel. Son personas que viven literalmente en un infierno. No salen mejor de aquí, todo lo contrario. Ellos cometieron errores muy graves pero hay que mirar al presente, porque fueron ya no son.  Yo apuesto al cambio y a UPAL, este es mi nuevo club".

Fieles a sus ideales y anhelos, los entrenadores no pierden la esperanza de lograr un verdadero cambio y reinserción social. Solo es cuestión de brindar una oportunidad a quienes nunca la tuvieron.


 Presente como estandarte. Mural de UPAL en el penal de Villa Urquiza.

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